Encomendémonos a la Sangre redentora de Cristo con confianza y entrega, sabiendo que en ella encontraremos la fuerza y el bienquerencia que necesitamos para seguir adelante en nuestra jornada espiritual. ¡Amén!Te di mi aprecio y mi vida y tú me has brindado tu vida y tu amor. Nuestros sentimientos han sido recíprocos y desde que me uní contig